miércoles, 5 de diciembre de 2018

UNA DISCULPA A PASTORA SOLER

Mis más sinceras disculpas, como cubano, a esta reconocida artista española, que por comerse una simple langosta en Cuba acompañada de Mariela Castro, Directora del Centro Nacional de Educación Sexual, haya aparecido en múltiples medios de prensa, incluído el "Nuevo Herald" de Miami o incluso en el muy leído "El País" en España" y que producto de ello o a sugerencia de su programador, se haya visto necesitada de aplazar su presentación en la Capital del Sol, donde por supuesto, abundan los cubanos que han abandonado la Isla y que tanto placer da a los profecionales de etiquetear todo: La Gusanera de Miami.

El arte en general no debería estar politizado, tampoco la prensa e incluso los póliticos aunque respondan a una ideología deberían ser más servidores de la sociedad que preocupados de desacreditar a sus oponentes de ideas para hacerse con el poder y dirigir los destinos de un país.

Comerse una langosta en una agradable terraza con vista al hermoso literal habanero no es un pecado, tampoco es hacerlo junto a la directora de una institución debería ser motivo de tanto revuelo; como no lo es en su tierra, en donde algunos cenan como reyes y otros no. Igual sucede en mi tierra en donde el nivel de vida de algunos les permiten comerse sin preocuparse la misma langosta que usted posiblemente lamenta haberse comido y otros no saben que van a comer en la semana. La vida es así y tristemente es así en muchas partes del mundo, incluído en el país más rico del planeta en donde ahora resido.

Pero a los cubanos hace más de medio siglo nos han polarizado y en mi modesta opinión, este milenio, más que estar viviendo una nueva era de democratización, estamos viendo la polarización de la sociedad de manos de algunos líderes muy interesados en el negocio de la política y los medios de comunicación que con ingenuidad o no, se hacen eco de ello. Tan sólo hay que ver las recién conlcuídas elecciones en Andalucía. A bombo y platillo las noticias han etiqueteado a VOX de ultraderecha en un tono como diciendo que se acerca lo peor. Igual a sucedido en Brasil recientemente con su nuevo presidente y para que hablar de los EEUU, Hay una ultraderecha de la que todos debemos temer y algo debemos hacer antes que sea tarde. Pero no hay ultra izquierda y si existe no se divulga mucho. Si el dirigente Iglesias desde Podemos clama al pueblo a lanzarse a las calles no pasa nada, no pasaría igual si lo hace algún otro. No pasa nada o cuesta que pase si un gobierno autodenominado popular obliga a dos millones de sus ciudadanos al éxodo y se carga a unos cientos, como actualmente en Venezuela, o en Nicaragua en donde una Revolución Sandinista que prometió la paz a su pueblo asecina a más de trecientos de sus hijos y a buena parte del pueblo los califica de opositores. Nos han y están polarizando señorita Soler y lo más triste es que nuestra democracia y que los ideólogos de izquierda (como corresponde) etiquetan de burguesa lo permite.

A nosotros los cubanos nos polarizaron desde el 59 del pasado siglo. Una Revolución que según era más "verde que las palmas" según su propio máximo líder, el mundo entero sabe de qué color se puso poco después. Y si a los cubanos les quedaba alguna duda El se encargó de aclarar cuando en un histórico discurso a los intelectuales les dejó bien claro "con la Revolución todo, contra la Revolución nada!

A los de pensamiento diferente, a los que dejaron de creer, a los que se opusieron sólo le dejaron tres alternativas: exilio, cárcel o fusilamiento. También había una más sutil y que hoy pretende institucionalizarse; el silencionamiento, como le sucedieron a grandes escritores cubanos como Lezama Lima, Dulce Maria Loynaz y José Sacarías Tallet.

Nos polarizaron, nos simplificaron como en esas ecuaciones matemáticas que tanto nos costaba aprender en la escuela; o eras revolucionario o entonces gusano, apatrida, vende patria. Politizaron todo, créame; practicamente no se podía escuchar música en inglés porque era el idioma del Imperio, tampoco a José Feliciano ni al grupo Santana, sabe Dios por qué, tampoco a muchos artistas cubanos como Celia Cruz porque no profesaban la ideología de la Revolucion, como hoy muchos cubanos todavía no pueden cartarle al pueblo cubano como lo ha hecho usted. Nos han polarizado. No es de extrañar que los cubanos de Miami se hayan molestado y no pocos se puedan haber irritado con aquella foto, pero le expreso con toda sinceridad que los cubanos de este lado del charco somos tan solidarios como el que usted acaba de conocer.

 Hay sistemas y gobiernos que por mucho que uno haga si te acercas lo suficiente, te marcan como uno de los suyos aunque esa no haya sido la intención. Es posible que la foto hubiese sido tomada ingenuamente y se haya publicado por ingenuidad también, pero como reza una sentencia de un popular personaje mexicano: FUE SIN QUERER QUERIENDO... recordar que una imagen, dicen, que habla más que mil palabras. La paranoia con la cual vivi muchos años en mi tierra y la profesionalidad de un regimen que se ha pulido durante décadas trasmitiendor mensajes entre líneas, me sugiere pensar que quizá no fue un encuentro tan casual, ni el asiento que ocupó cada cual fue fortuito y que la foto de la discordia no fue la imprudente actuación de alguien. Si usted fue demasiado cálida con sus anfitriones (que aunque digan lo contrario siempre son organizaciones estatales de lo contrario no podrían existir) desearon publicar a los cuatro vientos tales afectos y si por casualidad se mostró poco inclinada a vincular su presencia como una invitacion de gobierno alguien se encargó como se dice en Cuba de "serrucharle el piso". No es la primera vez que sucede y supongo que no será la última. Tan sólo recordar lo que le sucedió a Oscar de León después de visitar Cuba en 1970, o al pintor Wilfredo Lam que regresó a Cuba en los últimos momentos de su vida y lo mostraron a los cuatro vientos paseando postrado en su sillón de ruedas por la Plaza de la Revolución y si le sirve de consuelo, tambien en su moemnto usaron de bandera a sus compatriotas Serrat y Sabina como artistas muy afines con el Gobierno Cubano.

Ojalá que cuando regrese a Miami yo pueda estar dentro de su público y sobretodo que esta desagradable experiencia de polarización de la sociedad que hemos vivido los cubanos por tantos años no la tengan que vivir su pueblo... pero ojo.

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